lunes, 4 de mayo de 2020

ESCALERA DE LAS EMOCIONES

La escalera de las emociones es un material que descubrí en Orientación Andújar y que, desde hace varios años, utilizo en mi aula para la expresión de emociones y la resolución de conflictos. 
Como veréis, tiene 5 pasos:
  1. Lo que pasa
  2. Lo que pienso
  3. Lo que siento
  4. Lo que hago y
  5. El resultado
En este enlace podéis ver cómo expone Javier Sobrino (el creador de esta propuesta), el uso del material. Básicamente, lo utiliza como si fueran "vagones de un tren"; coloca las cartulinas de cada paso en el suelo y  los niños-as van pasando de una a otra para resolver el conflicto.

En mi caso, no uso exactamente los pasos de la misma forma. Para empezar, trabajo el material a lo largo del ciclo:
  • En 3 años utilizamos sólo 3 pasos: "Lo que pasa" (¿qué ha ocurrido? ¿cuál es el problema?), "lo que siento" (¿cómo me he sentido?) y "Lo que hago" (¿cómo lo solucionamos?),
  • En 4 años, añadimos el paso "El resultado" (¿se ha solucionado el problema? ¿han cambiado mis emociones? ¿nos sentimos mejor?...), y
  • En 5 años usamos ya toda la escalera completa (en el paso "Lo que pienso" hablamos sobre la primera reacción ante lo ocurrido: he empujado, me he puesto a gritar...).
Al iniciar la dinámica (en 3 años), sí resultaba positivo colocar las láminas en el suelo para que los peques vivencien la progresión de los pasos. En cuanto está aprendida, ya no resulta tan necesario y en ocasiones, lo que les hace ilusión es pasar por los "vagones" más que resolver el conflicto... 

El primer año, la resolución siempre la planteamos como grupo-clase: todos-as pensamos la solución juntos-as (los compañeros-as que quieren participar van diciendo ideas y, finalmente, el niño-a/s involucrado/s eligen la que mejor consideran). A partir de 4 años, cada niño o niña propone ya cómo solucionar el conflicto (el grupo-clase ayuda si lo vemos necesario).


Cada curso pego las imágenes, con los pasos ordenados, en la parte superior de la pizarra (o pared), de tal manera que sean visibles desde cualquier punto de la clase (porque la escalera es susceptible de aplicarse en cualquier momento). Además, a medida que vamos aprendiendo sobre un paso, vamos añadiendo materiales complementarios para que nos ayuden a realizarlo, por ejemplo:
  • En el paso "lo que siento", añadimos unos emoticonos básicos que luego vamos matizando según los peques expresan lo que sienten.
  • En el paso "lo que hago", colocamos imágenes sobre propuestas que pueden ayudarme a solucionar el problema o mejorar la expresión de mis emociones: contar hasta 10, dar un abrazo, ayudar a recoger, etc. 
En general, diría que me ha resultado muy positivo mantener la misma dinámica a lo largo del ciclo puesto que los niños-as la van interiorizando progresivamente y van asumiendo maneras positivas de resolver los conflictos. Al ser propuestas que surgen de ellos-as (no impuestas), la dinámica se adapta al sentir del grupo y, por tanto, suele funcionar (observamos una mejora en la convivencia y en la expresión de las emociones personales).

Por último, además de esta dinámica principal, vamos sumando otras pequeñas rutinas para fomentar el sentimiento de grupo, la empatía,  etc. Ésto ya, para la próxima entrada...

Mar D.

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